Argumentario
De los cuatro elementos que representaban la materia en la Antigüedad clásica, es el fuego el que mejor representa el punto de inflexión político que caracteriza la hipermodernidad. El fuego constituye el elemento incandescente que rodea, como riesgo y posibilidad extrema, el lenguaje y la práctica de la política. Así, el necesario diálogo político es un diálogo en tiempos de combustión, acelerado. Y es preciso que entendamos el bagaje ideológico que hay tras esta práctica y los acontecimientos que explican nuestra vida cotidiana para conocer qué diálogo es el posible.
Dialogan
Michael Marder, profesor investigador de Filosofía Ikerbasque en la Universidad del País Vasco, UPV/EHU.
Daniel Gamper, profesor de Filosofía Moral y jefe del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Barcelona.
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