Dialogan:
- Cristina Gallach. Alta Comisionada para la Agenda 2030. Asesora para la igualdad de oportunidades del Consejo de la Unión Europea. Secretaria general adjunta para la Comunicación e Información Pública de la ONU (2014-2018).
- Lina Gálvez. Catedrática de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Consejera de Conocimiento, Investigación y Universidad de la Junta de Andalucía.
Sinopsis:
Los notables cambios económicos y sociales experimentados en los últimos cuarenta años han llevado aparejados avances también desde la perspectiva de género con una progresiva igualación entre hombres y mujeres tanto en la esfera privada como en la pública. Está dinámica viene marcada en buena medida por el espectacular aumento del nivel educativo de la población española en su conjunto, y en particular de las mujeres, junto con la supresión de una gran parte de las barreras legales, sociales y culturales que en el pasado dificultaron la incorporación de la mujer al mercado laboral. Siendo el progreso evidente, el ritmo de avance no ha sido suficiente y la desigualdad por razón de género sigue estando presente. Esta desigualdad es sin duda un fenómeno con muy diferentes caras, al reflejarse en el reparto de tareas en el plano doméstico, en el nivel de participación en el mercado laboral, en las posibilidades de promoción, en el acceso a puestos de responsabilidad en las empresas o en el desempeño de cargos públicos.
La desigualdad no es solo un problema relativo a los derechos de las personas, pues representa también una pérdida de capacidad productiva y por lo tanto de bienestar económico y social. Además, la última crisis económica ha supuesto un retroceso en el camino hacia la igualdad, en la medida que son las mujeres las que protagonizan situaciones laborales más precarias, con mayor riesgo de desempleo o de engrosar la lista de trabajadores pobres.
Esta mayor vulnerabilidad de la mujer cobra mayor relevancia cuando irrumpen además actitudes violentas favorecidas por la cultura machista basada en el patriarcado que todavía persiste en nuestro país. Sin duda, 2018 ha supuesto un punto de inflexión en la lucha hasta ahora silenciosa de mujeres (y también de hombres) por erradicar la desigualdad de género en todas sus vertientes. A la vista de estas circunstancias surgen múltiples cuestiones que responder: ¿En qué medida estas manifestaciones públicas supondrán un cambio en las políticas públicas para garantizar la igualdad de oportunidades? ¿Qué cambios deberían introducirse en la normativa laboral para paliar la segregación laboral y garantizar la igualdad de oportunidades? ¿Qué papel juega el sistema educativo a la hora de reducir las desigualdades de género, comenzando por el cambio en los valores que las promueven? ¿Son hoy en día las cuotas la solución para lograr mayor presencia femenina en puestos de responsabilidad? ¿Qué otras medidas son necesarias para romper el techo de cristal que limita a las mujeres? ¿Qué cambios deben ponerse en práctica en materia de educación básica para eliminar las situaciones de supremacía y poder del hombre frente a la mujer? ¿Está nuestra sociedad preparada para asumir un papel destacado de las mujeres en todos los ámbitos?
Estas preguntas y otras muchas serán atendidas en este tercer diálogo del ciclo “Desigualdades y Democracia” que tendrá lugar entre Lina Gálvez, actualmente Consejera de Conocimiento, Investigación y Universidad de la Junta de Andalucía y Cristina Gallach, Alta comisionada por la Agenda 2030.
Los notables cambios económicos y sociales experimentados en los últimos cuarenta años han llevado aparejados avances también desde la perspectiva de género con una progresiva igualación entre hombres y mujeres tanto en la esfera privada como en la pública. Está dinámica viene marcada en buena medida por el espectacular aumento del nivel educativo de la población española en su conjunto, y en particular de las mujeres, junto con la supresión de una gran parte de las barreras legales, sociales y culturales que en el pasado dificultaron la incorporación de la mujer al mercado laboral. Siendo el progreso evidente, el ritmo de avance no ha sido suficiente y la desigualdad por razón de género sigue estando presente. Esta desigualdad es sin duda un fenómeno con muy diferentes caras, al reflejarse en el reparto de tareas en el plano doméstico, en el nivel de participación en el mercado laboral, en las posibilidades de promoción, en el acceso a puestos de responsabilidad en las empresas o en el desempeño de cargos públicos.
La desigualdad no es solo un problema relativo a los derechos de las personas, pues representa también una pérdida de capacidad productiva y por lo tanto de bienestar económico y social. Además, la última crisis económica ha supuesto un retroceso en el camino hacia la igualdad, en la medida que son las mujeres las que protagonizan situaciones laborales más precarias, con mayor riesgo de desempleo o de engrosar la lista de trabajadores pobres.
Esta mayor vulnerabilidad de la mujer cobra mayor relevancia cuando irrumpen además actitudes violentas favorecidas por la cultura machista basada en el patriarcado que todavía persiste en nuestro país. Sin duda, 2018 ha supuesto un punto de inflexión en la lucha hasta ahora silenciosa de mujeres (y también de hombres) por erradicar la desigualdad de género en todas sus vertientes. A la vista de estas circunstancias surgen múltiples cuestiones que responder: ¿En qué medida estas manifestaciones públicas supondrán un cambio en las políticas públicas para garantizar la igualdad de oportunidades? ¿Qué cambios deberían introducirse en la normativa laboral para paliar la segregación laboral y garantizar la igualdad de oportunidades? ¿Qué papel juega el sistema educativo a la hora de reducir las desigualdades de género, comenzando por el cambio en los valores que las promueven? ¿Son hoy en día las cuotas la solución para lograr mayor presencia femenina en puestos de responsabilidad? ¿Qué otras medidas son necesarias para romper el techo de cristal que limita a las mujeres? ¿Qué cambios deben ponerse en práctica en materia de educación básica para eliminar las situaciones de supremacía y poder del hombre frente a la mujer? ¿Está nuestra sociedad preparada para asumir un papel destacado de las mujeres en todos los ámbitos?
Estas preguntas y otras muchas serán atendidas en este tercer diálogo del ciclo “Desigualdades y Democracia” que tendrá lugar entre Lina Gálvez, actualmente Consejera de Conocimiento, Investigación y Universidad de la Junta de Andalucía y Cristina Gallach, Alta comisionada por la Agenda 2030.