Los movimientos sociales se han convertido en los últimos años en un motor de cambio y de revitalización política a través de la movilización ciudadana. Esta última se había vehiculado hasta ahora desde dentro de la política y de las instituciones formalizadas, pero ahora lo hace mayoritariamente desde fuera, gracias a nuevas plataformas y actores políticos, especialmente en el ámbito local.
Este nuevo protagonismo no es ajeno a la crisis. En primer lugar, ésta ha evidenciado el peso de las élites burocráticas y/o transnacionales en la toma de decisiones, evitando así la concertación social. Esta dinámica cuestiona la legitimidad del sistema político de partidos, el sistema de representación parlamentaria y la “tradicional” manera de hacer política. Y, en segundo lugar y de manera simultánea, la crisis también ha precarizado la clase media y la misma viabilidad del Estado del Bienestar. Así, si durante los años de crecimiento económico en España las desigualdades aumentaron a pesar de la mejora generalizada de las rentas, ahora esta tendencia se ha incrementado todavía más. Ante este panorama, ¿qué papel pueden jugar los movimientos sociales y ciudadanos en el futuro inmediato?
De ello hablaron el Secretario General del sindicato Comisiones Obreras, Ignacio Fernández -Toxo, y el escritor, analista y exdirector del Departamento de Análisis y Estudios del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España (1994-1996 y 2008-2011), Andrés Ortega, en el diálogo sobre Movimientos sociales y ciudadanía frente a la desigualdad, el pasado martes 9 de diciembre en el auditorio del CaixaForum Madrid.