Si hay una cuestión que sea pertinente debatirla en el marco de los Ciclos de Diálogos sobre Economía en Vilassar de Mar, esta es la de las pensiones. Tema de máxima trascendencia y actualidad. Uno de los pilares de la sociedad del bienestar puede derrumbarse ante la persistente falta de garantías para su mantenimiento y continuidad. Al respecto del modelo hay varias voces expertas que señalan direcciones diferentes. Unas, encaminadas a garantizar y mejorar el actual modelo del sistema de pensiones en nuestro país que esencialmente es de reparto, solidario y sostenible. Sostenible porque hay mecanismos, consensuados en el Pacto de Toledo, que permiten corregir las posibles desviaciones sobre las previsiones que se den a lo largo de los años, incidiendo sobre los ingresos y los gastos. Por ello hay que garantizar un fondo de pensiones que necesita de una acción consciente del estado en esta dirección. Sin embargo hay quien expone que la sostenibilidad del modelo actual no puede garantizarse a muchas generaciones vista, por lo que urgen reformas y cambios de criterio profundos en el modelo de financiación y asignación de las pensiones.
Con estas hipótesis de partida arrancó el segundo de los diálogos Ernest Lluch sobre Economía en Vilassar de Mar, ciclo coordinado por el profesor Esteve Oroval. De la mano de voces expertas en economía y en las negociaciones políticas y sindicales, el diálogo fue una conversación desde puntos de vista diferentes pero complementaria, aunque discrepante y cómplice cuando así lo requirió, entre Joan Coscubiela y Concepción Patxot.
Sindicalista y político, licenciado en Derecho, el primero; y profesora de Teoría Económica en la Universidad de Barcelona y directora de la Red de Referencia en Economía y Políticas Públicas, la segunda; encararon la cuestión de las pensiones, desde un punto en común: la necesidad de que estas perduren y la importancia que tienen para construir sociedades más justas e igualitarias. Desde esta confluencia inicial la conversación entrelazar la necesidad de valorar los logros conseguidos en estos 40 años de democracia posfranquista en materia de pensiones, así como los retos mayúsculos que plantean la demografía y la planificación económica de un sistema de pensiones, que requerirá de grandes esfuerzos presupuestarios, ya sea por la vía de control del gasto (visión abastecimiento comentada por Patxot) como para la exploración de vía de ingresos alternativas (opción preferida por Coscubiela). Tan de una forma o de otra los años que vienen serán claves para encarrilar la financiación y la pervivencia de un sistema que clama revisión y replanteamientos a la vez que conciencia social para garantizar su existencia y defender un sistema público como el actual.
Un diálogo concebido desde la complementariedad que dan los datos de la academia y las tablas de la realpolitik y que se desarrolló en un auditorio, con el aforo lleno y explícitamente interesado en la temática expuesta. Un turno final de intervenciones del público rubricó un acto que contó con un breve parlamento inaugural del presidente de la Fundación Ernest Lluch, Joan Majó y con unas palabras de clausura a cargo del director académico del proyecto, el economista y vilassarenc, Esteve Oroval, quien aparte de agradecer las aportaciones de los ponentes sirvió para anunciar que el próximo diálogo -y último- del ciclo tendrá lugar el 16 de noviembre y reunirá para la ocasión a Xavier Bonal y Joan Subirats, para hablar de El Impacto de los criterios económicos sobre la política educativa. Un diálogo que estará insertado dentro del programa de actos en recuerdo a Ernest Lluch.