El pasado miércoles 10 de agosto en la iglesia de Sant Genís tuvo lugar el tradicional concierto de homenaje a Ernest Lluch, dentro del Festival Internacional de Músicas de Torroella de Montgrí.
Algunos estudios musicológicos señalan la firme posibilidad de que J.S. Bach (1685-1750) hubiese podido conocer de primera mano algunas obras del compositor catalán Joan Cererols (1618-1676) hasta el punto que el tema inicial de la colosal Pasión según San Mateo se compuso partiendo de un tema musical casi idéntico al utilizado por Cererols en el villancico ¡Ay, qué dolor!.
En este concierto, el Coro de La Stagione Armónica de Padua ofreció un repertorio basado en obras de Cererols (Misa de réquiem en dos coros y bajo continuo / ¡Ay, qué dolor) y de Bach (dos motetes) para abordar musicalmente esta sorprendente relación. Como colofón, se interpretó el conocido Miserere de Gregorio Allegri (1582-1652), una obra que sólo se podía escuchar durante la Semana Santa en la Capilla Sixtina de Roma y que Mozart fue capaz de transcribir en una sola audición cuando sólo tenía catorce años.
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