La plaza de Ernest Lluch, en el barrio de Collblanc fue ayer escenario del homenaje institucional que la ciudad de Hospitalet ha hecho el economista, profesor y político, asesinado por ETA hace diecisiete años. El homenaje consistió en una ofrenda floral, a cargo de los diferentes grupos políticos municipales y de las entidades, que contó con la participación de la alcaldesa Núria Marín; de Enric Lluch Galera, sobrino y vicepresidente de la Fundación Ernest Lluch, y de Josep Maria Carreras Puigdengolas, vicepresidente y tesorero de la Fundación. Todo el acto se desarrolló frente a la escultura Miralcielo, de Ramon Anda, erigida en homenaje a memoria de Lluch, mientras sonaban algunos de sus temas musicales favoritos.
La alcaldesa destacó el espíritu dialogante y conciliador de Ernest Lluch. "En los últimos meses he pensado mucho en Ernest. En como él habría afrontado la tensa situación que hemos vivido y que vivimos en Cataluña y en España, en defensa de la convivencia y de la paz. Su espíritu dialogante y conciliador nos habría sido, sin duda, de gran ayuda en estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir. El legado de Ernest Lluch está bien vivo, y queremos que nos siga inspirando ", dijo.
Ernest Lluch mantenía una relación estrecha con el Hospitalet. A pesar de vivir en Barcelona, ??hacía también vida en el barrio de Collblanc y formó parte de los Premios Ciudad de L’Hospitalet. La ciudad le quiso corresponder, a título póstumo, concediéndole el Premio de Honor en 2001. También llevan su nombre la plaza donde se hizo el homenaje, una escuela del barrio de Collblanc y, pronto, el traerá una nueva estación de metro de la Línea 5.