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Los retos del mercado de trabajo: desigualdad laboral y pobreza

 Ciclo de Diálogos IVIE - València - Desigualdades y democracia

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Fecha 09/12/2024

Hora 19:00

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Organitza
 Dialogan:

  • Sara de la Rica. Catedrática de Economía, Universidad del País Vasco, Investigadora Asociada a FEDEA e impulsora de ISEAK.
  • Aitor Lacuesta. Jefe de la División de análisis estructural del Banco de España, Doctor en Economía por la Universidad de Chicago, Profesor asociado de la Deusto Business School.

Sinopsis:



La desigualdad siempre ha tenido entre sus causas más relevantes la situación laboral de las personas. Ha sido así porque, en promedio, los asalariados han tenido menos ingresos que los propietarios, siendo la división entre estos dos tipos de perceptores de ingresos socialmente muy relevante. Pero además el abanico de salarios es cada vez más amplio, pudiéndose hablar sin exageración de trabajadores ricos –en particular algunos directivos- y trabajadores pobres. y de una importante desigualdad en el interior de los asalariados. Esta desigualdad laboral ha ganado cada vez más importancia y diversificado las posiciones frente al problema de los grupos sociales.



En este contexto, en España la relación entre el mercado de trabajo y la desigualdad en el periodo más reciente viene marcada por un hecho contrastado: el principal factor impulsor del notable aumento de la desigualdad durante la última década ha sido el laboral. Las causas son varias: la pérdida de empleos durante la crisis, la falta de oportunidades de trabajo para amplios grupos de población, en especial los integrados por jóvenes y por personas con bajos niveles de cualificación, y la existencia de bolsas importantes de empleos de baja calidad y precarios. En paralelo, se han consolidado las posiciones de los profesionales mejor adaptados a los cambios recientes.



Para la mayor parte de la población el trabajo, y su correspondiente salario, es la única vía por la que se puede acceder a unos ingresos regulares que permiten desarrollar un proyecto de vida autónomo y acceder a las oportunidades materiales que ofrece la sociedad a la que se pertenece. El oscurecimiento severo de esas oportunidades como consecuencia de la permanencia duradera o permanente en el desempleo, o en empleos precarios e inestables, tiene implicaciones personales y sociales muy relevantes. Los trabajadores que se encuentran en esa situación se sienten condenados a la pobreza y socialmente excluidos. Por ello, muchos no encuentran razones para confiar en las promesas que la sociedad y las instituciones realizan, proclamando la existencia de oportunidades de participación para todos. Una sociedad en la que estos problemas afectan a una parte importante de los ciudadanos, asienta sus instituciones democráticas sobre pilares débiles porque declara que todos pueden participar pero lo hace de manera más nominal que efectiva.