Con el diálogo ‘Tendencias sobre el futuro del trabajo: una mirada desde los agentes sociales’ se ha inaugurado el Ciclo sobre el Futuro del Trabajo que promueven la Fundación Ernest Lluch y el AMB. El acto ha tenido lugar en CaixaForum Macaya (Barcelona) y se ha podido seguir en streaming desde sus respectivas plataformas webs.
Con las intervenciones iniciales de Enric Lluch (vicepresidente de la Fundación Ernest Lluch) y de Montserrat Ballarín (vicepresidenta de Desarrollo Social y Económico del AMB) desde el atril y, de los secretarios generales de UGT, Camil Ros, y de CCOO , Javier Pacheco, en video, se ha dado paso al diálogo propiamente dicho con Anton Costas, Presidente del Consejo Económico y Social de España y Catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona y Josep Sánchez-Llibre, Presidente de Foment del Treball Nacional.
Con estos dos dialoguistas de lujo, la conversación, amena y cómplice ha recogido parte de las inquietudes expresadas desde los distintos agentes sociales, a la vez que ha recorrido diferentes cuestiones de fondo, entre ellas la necesidad de un nuevo pacto social, aumentar las rentas del trabajo y evitar la perpetuación de desigualdades. Anton Costas, ha planteado que el futuro del trabajo, a menudo, se estudia desde una visión fatalista de la destrucción de puestos de trabajo, porque es un discurso que alimenta el miedo al futuro. En segundo lugar ha destacado que hablar del futuro significa hablar del presente, por lo que hacen falta más puestos de trabajo, para más personas y en más lugares del país pues en las últimas décadas se ha perdido cohesión territorial y pequeñas capitales o ciudades se han visto perjudicadas. Y por último ha expuesto que si la idea buena se basa en crear buenos puestos de trabajo, ¿quién los crea? La respuesta debería ser las buenas empresas. Y cuando hablamos de buenas empresas también significa mejorar la productividad y la innovación, aparte de las condiciones laborales óptimas. Éstas son las empresas que según Costas, interesa potenciar.
Sánchez-Llibre reconoce que para intentar desarrollar las potencialidades empresariales haría falta algo más de sacrificio de las administraciones para intentar que las empresas sean más competitivas. Y puntualiza que en un momento crítico e importante como éste, habría que modernizar la administración pública y que ésta facilite más y mejor la financiación.
El diálogo ha proseguido en la búsqueda de consensos y acuerdos sin rehuir puntos de desencuentro como la incidencia de la política fiscal y la balanza de pagos, los retos de la transformación empresarial y la transición energética industrial. Costas ha destacado los puntos fuertes de contar con una industria agroalimentaria potente, unos sindicatos colaboradores, con capacidad y voluntad de llegar a acuerdos y unos fondos europeos que bien gestionados pueden dar sus frutos.
Con un turno de preguntas se ha puesto fin a ese interesante diálogo. El director de la Fundación Ernest Lluch, Ferriol Soria ha agradecido a los ponentes y público (presencial y online), sus intervenciones y la asistencia, y ha anunciado el próximo diálogo: Impacto de la tecnología en el mercado de trabajo: una mirada desde el academia y las instituciones
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